El Comité de Estabilidad Financiera analizó el contexto en el cual se desempeña el sistema financiero uruguayo, evaluó su situación actual y los potenciales riesgos que podrían afectar su estabilidad.
El sistema financiero doméstico se encuentra estable y operando con normalidad.
En este sentido, luce apto para facilitar el desempeño presente y futuro de la economía, así como para gestionar los riesgos que podrían afectarle. A nivel internacional la situación es más compleja que en la reunión anterior.
La desaceleración de la actividad global y la volatilidad de los mercados financieros han tenido importante incidencia sobre las condiciones financieras en países desarrollados, los precios de productos básicos y los tipos de cambio de las economías emergentes.
La incertidumbre respecto a la senda de normalización monetaria en Estados Unidos, las tensiones económicas, financieras y políticas en Europa, la situación de la economía y los mercados financieros en China, así como tensiones geopolíticas continúan alimentando el riesgo de una sobre-reacción y mayor volatilidad que la anticipada en los mercados financieros. A esto se suma el riesgo de una mayor desaceleración que la esperada de las principales economías emergentes, en particular China.
A nivel regional la situación se ha continuado deteriorando significativamente.
En Brasil se profundiza la contracción de la actividad y no se visualiza una resolución de la crisis política en el corto plazo, al tiempo que se registra un deterioro adicional en la situación fiscal y un fuerte ajuste del sector privado.
En Argentina se proyecta una caída moderada de la actividad para 2016 y persisten riesgos de corto y mediano plazo.
La economía uruguaya se ha desacelerado, si bien sigue creciendo por encima del promedio de la región.
En este contexto, las autoridades económicas han identificado como objetivos relevantes la adecuación de las cuentas públicas para garantizar una senda de sostenibilidad de los indicadores financieros y la reducción de la inflación.
Las medidas anunciadas en el marco del último Comité de Coordinación Macroeconómica complementarán otras capacidades de la economía uruguaya para la gestión de riesgos. Dentro de estas fortalezas se destacan la flexibilidad cambiaria, el nivel de reservas internacionales, la estructura de liquidez y endeudamiento del sector público, la gestión de la deuda pública y la propia solidez que presenta el sistema financiero. Una vez evaluados los factores de riesgo se concluyó que el factor con mayor probabilidad de ocurrencia es el vinculado a una profundización de los problemas económico-financieros en la región. Su materialización, sin embargo, no tendría impactos significativos sobre la estabilidad del sistema financiero local. Esto se debe a la solidez del sector financiero doméstico, a su baja exposición a la región, así como a la naturaleza del riesgo y las capacidades de la economía uruguaya para su gestión.
En síntesis, el mapa de riesgos para la estabilidad financiera en Uruguay no muestra señales de alerta ya que por su naturaleza, probabilidad de ocurrencia, impacto potencial y capacidades de gestión, los riesgos relevantes podrían ser procesados por el propio sistema financiero sin ocasionar perturbaciones de carácter sistémico.
La situación del sistema financiero doméstico y los riesgos para su estabilidad continuará siendo monitoreada por el Comité en el lapso que medie hasta su próxima reunión, fijada para el mes de octubre de 2016.