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El Comité de Estabilidad Financiera analizó el contexto externo y doméstico y evaluó la situación del sistema financiero en Uruguay, así como los potenciales riesgos que podrían afectar su estabilidad.
En un entorno global y regional crecientemente complejo y caracterizado por desaceleración de las economías emergentes, deterioro significativo de la situación en Brasil, incertidumbre y volatilidad en los mercados internacionales, el sistema financiero doméstico se encuentra estable y operando con normalidad.
En este sentido, se muestra apto para facilitar el desempeño presente y futuro de la economía, así como para gestionar los riesgos que pudieran afectarle.
La posibilidad de una mayor volatilidad que la anticipada en los mercados financieros internacionales continúa siendo un factor de riesgo. De ocurrir, podría redundar en mayor aversión al riesgo que determine un rápido cambio de las condiciones de acceso al financiamiento externo para las economías emergentes, así como en fuertes cambios de precios relativos.
Otros factores de riesgo están dados por la posibilidad de problemas en el sistema bancario europeo con repercusión en el sistema bancario local y por una fuerte desaceleración de las principales economías emergentes, en particular China.
La situación a nivel regional se ha tornado más compleja desde la última reunión del Comité. Un factor de riesgo relevante es que los ajustes necesarios a nivel económico-financiero en Brasil no se procesen a tiempo y que, por tanto, aumenten las condiciones adversas y se produzcan mayores ajustes de precios relativos y de la actividad.
Una vez evaluados los factores de riesgo se concluyó que el factor con mayor probabilidad de ocurrencia es el vinculado a la situación regional. Su materialización, sin embargo, no tendría impactos significativos sobre la estabilidad del sistema financiero local. Esto se debe a la solidez del sector financiero doméstico, a su baja exposición a la región, así como a las capacidades de la economía uruguaya para la gestión del riesgo, la estructura de liquidez y endeudamiento del sector público y la existencia de una adecuada red de seguridad financiera.
Por otra parte, se concluye que el sistema financiero doméstico estaría en condiciones de resistir la materialización de riesgos de relativa magnitud y baja probabilidad de ocurrencia, tales como la hipotética combinación de una fuerte desaceleración de la actividad en economías emergentes y el agravamiento de los problemas a nivel regional.
En síntesis, el mapa de riesgos para la estabilidad financiera en Uruguay no muestra señales de alerta ya que por su naturaleza, probabilidad de ocurrencia, impacto potencial y capacidades de gestión, los riesgos relevantes podrían ser procesados por el propio sistema financiero sin ocasionar perturbaciones de carácter sistémico.
La situación del sistema financiero doméstico continuará siendo monitoreada por el Comité en el lapso que medie hasta su próxima reunión, fijada para el mes de abril de 2016.